Últimamente estamos despidiendo genios, personas que han dedicado su vida a crear para que nosotros disfrutemos. Esta vez quien nos abandona es Mario Benedetti, escritor uruguayo que nos ha mostrado la vida en sus versos... Escribió de la reivindicación política, del exilio, de los sentimientos. Fue un poeta, es un gran poeta.
Mentiras piadosas (Montevideo, 2008). Vaya uno a imaginar en dónde y cuándo / el tiempo se hará polvo en la espesura / mientras tanto avanzamos y avanzamos / con las manos atadas inexorablemente / en un sueño más o menos terroso / si al fin llega el clásico amanecer / con sus destellos de otras temporadas / y ya sin dudas ni estupores / sabemos que las manos están libres / y los dedos se atreven con la gimnasia sueca / no está mal admitir que palpitamos / y meternos la muerte en el bolsillo / después de todo / si / después de todo / es la mentira más estimulante / que nos decimos sin proferir hurras / y la felicidad tal vez consista en eso / en creer que creemos lo increíble.
Mentiras piadosas (Montevideo, 2008). Vaya uno a imaginar en dónde y cuándo / el tiempo se hará polvo en la espesura / mientras tanto avanzamos y avanzamos / con las manos atadas inexorablemente / en un sueño más o menos terroso / si al fin llega el clásico amanecer / con sus destellos de otras temporadas / y ya sin dudas ni estupores / sabemos que las manos están libres / y los dedos se atreven con la gimnasia sueca / no está mal admitir que palpitamos / y meternos la muerte en el bolsillo / después de todo / si / después de todo / es la mentira más estimulante / que nos decimos sin proferir hurras / y la felicidad tal vez consista en eso / en creer que creemos lo increíble.
(Mario Benedetti, Biografía para encontrarme)