Ya ha pasado aquel frío que me irritaba las mejillas cuando caminaba por la Città Eterna. La noche aún sigue siendo fría, pero ya no necesito de mi bufanda ni de los jerséis de lana para camuflarme de los termómetros con el mercurio por los suelos. Mi presencia en Roma ha traído mi ausencia a este blog, pero aún sigue vivo. Incluso quizá más vivo que nunca dado que tengo innumerables recuerdos para almacenar en este anaquel.
Retomo mi actividad con música, con un grupo que se ha hecho en muy poco tiempo en indispensable, y con una canción que ha marcado mi estancia en esta maravillosa y desastrosa ciudad.
1 comentario:
Será un placer volver a leernos. Siempre.
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