Los domingos en Salamanca no son especialmente agradables para mí. Se me antojan largos y aburridos, y no porque no tenga nada que hacer, sino porque en mi casa los domingos han sido especiales toda la vida. Un día para compartir con mis padres y mi hermano, mis primos y mis tíos, y si echo la vista un poco más allá, para disfrutar de mis abuelos. Pero con eso de que vamos creciendo las cosas van cambiando, no nos queda otra más que conformarnos con lo que hay y disfrutar de ello al máximo.
Hoy, en Salamanca, un domingo cualquiera si no fuera porque tengo que ponerme a estudiar en cuanto acabe de actualizar mi blog (a ver si rompo de una vez por todas esta rutina de no actualizar muy a menudo), he ido a comprar pronto el periódico y mientras lo devoraba he tomado mi café mañanero de rigor. Y es que a pesar de todo, los domingos no están tan mal, el periódico viene más rellenito, trae más cosas y además de vez en cuando nos regala algo por un euro más para llenar las estanterías.
Acostumbro a empezar a leer el periódico por la contraportada, una manía tonta que puede explicarse por mi gusto a las columnas diarias de El País. La de hoy, de Manuel Vicent (me quedo con las de Millás). Hoy, además, al lado de la columna se encuentra un Labordeta más paisano que nunca, un Labordeta que dice estar cansado “ideológicamente”. Y es que ser político digo yo que debe suponer un desgaste considerable, además de ser un deporte de riesgo. Aunque también es verdad, que a pesar de que aún quedan unos meses para las elecciones todos estamos un poco cansados ideológicamente. Pero sirva este cansancio para que los ciudadanos salgamos a votar el día 9-M y lo hagamos con la cabeza, pensando en nuestro futuro y en aquello que más nos conviene: un gobierno, con sus fallos y sus éxitos, como el que hemos tenido estos cuatro años, o un gobierno, con su Iglesia y sus falacias, como el que nos propone una derecha que parece sacada del turnismo de principios del siglo XX [como dice también hoy Santos Juliá en su columna del suplemento Domingo de El País: “(...)el PP, no cualquier PP, sino el de Rajoy-Acebes-Zaplana(...)” ].
Yo de momento voy a continuar con mi domingo, con mi periódico, con mis apuntes y con mi café. Sola, como Gallardón. Pero sin cansarme ideológicamente, consciente de que mi futuro, nuestro futuro, depende de algo tan simple y tan complejo como somos nosotros mismos.
Feliz domingo.
1 comentario:
Tere escribes muy bien; se nota esa periodista que fluye por tus venas. Te sigo en lo escribes, que aunque ya no esté en Salamanca los domingos son muy parecidos independientemente del lugar físico que ocupemos.
Y otra cosa, yo también voy a las librerias para despejarme acompañándome de esa música que me hace pensar. Por que "despejarse" no es dejar la mente en blanco, "despejarse" es empaparse de arte: literatura, música, naturaleza, en definitiva, LIBERTAD
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